29 de Agosto 2004
Huéscar
Como cada año, me dejó caer en mi lugar de nacimiento con sumo placer, como cabra sube al monte, yo cada agosto, mis 10 días a Huéscar.
Pues eso, en el norte de la provincia de Granada, en medio de la nada, a medio camino casi a distancia sideral de 2 capitales de provincia, en una de las zona más deprimidas de España, pero ¿y qué?
La verdad me lo paso "teta", no se puede describir con palabras, todos son sensaciones, el ver la colegiata de Santa María a lo lejos por la carretera, la cuesta de las Cuevas, el olor del Parque, esa magra con tomate de los Jardines, esa tapa de migas con melón del Maño, esas mañanas en el Bollero... pues eso, son muchísimos recuerdos incrustados.
Todo se remonta a mi queridísima madre, "la morgana", aunque vivieramos en el Quinto pino, desde niño cada verano al pueblo, pero no una semana o 10 día como voy ahora. 2 o 3 meses enteros pegandome porrazos con la bicicleta con las piernas destrozadas, en el Parque corriento todo el santo día, de un sitio para otro, hasta las primeras gotas de septiembre (maravilloso el olor del Parque cuando llueve).
El cielo para un niño de 7 a 14 años, así lo recuerdo. Y así intento, creo que consigo inculcarselo a mi hijo. El cabroncete ya me ha pedido acompañar a una boda de una prima en Noviembre.
Las bodas en Huéscar son la hostia, desde que salen los novios, después de misa de 12, a hacerse fotos, haciendo el aperitivo y barra libre a la una y media, todo el santo día jalando hasta la noche, bebiendo, todo un espectáculo, y no un Barça-Madrid.
Pues eso mi hijo, con 7 años, ya me pide quedarnos más tiempo en el pueblo, angelito, lo que le queda todavía por delante.
De este año contar, 2 acontecimientos, una cenita y torrada salvaje en casa de mi primo, y un día que pasamos en un cortijo en el Campo de la Puebla, comiendo sardinas, ajo al almirez, filetes de caballa con ajo, paella, un jamón, y chuletas de cordero, acompañado con una infinita cantidad de quintos de cerveza, y cubatas de ron Cacique... se me saltan las lagrimas de recordarlo.